El desafío particular fue integrar un hospital moderno con la funcionalidad requerida en un castillo catalogado. En cooperación con la dirección de la clínica, el distrito de Baja Franconia y la Oficina Estatal para la Preservación de Monumentos, gestioné esta tarea en términos de diseño y construcción bajo el lema "alta tecnología alta atención". La estructura espacial de la antigua enfilada de las habitaciones del príncipe-obispo fue destruida. Como memorial de esta ruptura, las incrustaciones de latón en la pared, el techo y el piso marcan la antigua secuencia de habitaciones. Donde el estuco históricamente valioso ha sido dañado por vigas de acero, este se agrega parcialmente fiel al original, pero en áreas el espacio vacío permanece.Las proporciones originalmente consistentes de la habitación se restauran al eliminar los accesorios disruptivos. El revestimiento de vidrio de las celdas sanitarias, que se disuelve hacia arriba en transparencia, ahora revela la vista.

Las suites de habitaciones de los pasillos característicos a lo largo del patio interior se mantienen libres con medios reducidos, a pesar de los requisitos de protección contra incendios. Los vanos de las puertas históricamente originales se descubren, reparan, protegen, revisten y renuevan su función Para preservar al máximo la estructura del edificio, los amplios servicios del edificio se acomodan con cuidado e inteligencia: recorridos verticales en chimeneas existentes, niveles de distribución horizontal sobre yeso y detrás de paneles o paneles extraíbles. Los elementos estilísticos barrocos de la época de la construcción, como puertas exteriores, paneles de pared, simetrías y arabescos, se interpretan como "citas" en el diseño interior y, junto con la elección de materiales duraderos, sólidos y sostenibles, agregan a la identidad y el carácter del monumento cultural.